Límites de Velocidad en Carreteras Convencionales: Caso Turismos
Existe un mundo de matices al tráfico rodado en las vías públicas de España, con diversos factores a considerar que van más allá del simple dominio de un vehículo. Uno de estos elementos es el conocimiento y respeto a los límites de velocidad legales, especialmente en las carreteras convencionales. En este artículo, abordaremos de manera exhaustiva y detallada el límite de velocidad para turismos en carreteras convencionales sin separación de carriles y sin arcén de al menos 1.5 metros; una cuestión que siempre genera cierta confusión entre los futuros conductores.
Entendiendo los conceptos básicos
Antes de analizar los límites de velocidad, resulta crucial entender algunos conceptos y términos clave. El turismo se define como un vehículo destinado al transporte de personas que tiene, adicionalmente al asiento del conductor, un máximo de nueve plazas. Por otro lado, una carretera convencional es aquella vía sin separación de carriles de dirección opuesta e incluye toda calzada, camino o itinerario habilitado para la circulación.
También es pertinente entender qué se considera un arcén. De acuerdo con la Dirección General de Tráfico (DGT), el arcén es una parte imprescindible de la vía que tiene como función permitir detenerse o estacionarse en caso de avería, facilitar la circulación de peatones en ausencia de acera, o proporcionar un margen de seguridad adicional a los usuarios de la vía.
La Ley y las carreteras convencionales
La Regulación General de Circulación en su artículo 48, establece los límites de velocidad para distintos tipos de vehículos y carreteras. Este artículo ha sufrido varias reformas y actualizaciones, siendo la última en 2019. El objetivo de estas modificaciones ha sido contribuir a la seguridad de todos los usuarios en las carreteras, considerando que las convencionales son las vías donde ocurre la mayor cantidad de siniestros con víctimas.
En especial, para los vehículos turismo, se establece un límite genérico de 90 km/h en este tipo de vías. Sin embargo, esta cifra puede verse reducida dependiendo de ciertas características de la vía, entre ellos la existencia o no de un arcén mínimo de 1.5 metros.
Límite de velocidad en carreteras convencionales sin separación de carriles y sin arcén de al menos 1.5 metros
La normativa es clara al respecto, cuando se conduce un turismo por una carretera convencional que no cuenta con un arcén de al menos 1.5 metros o más, el límite de velocidad se reduce a 70 km/h. Esta es una consideración hecha en pro de la seguridad vial, debido a las limitaciones que esto representa para la conducción segura y la realización de maniobras de emergencia.
"En las carreteras convencionales que no dispongan de un metro y medio de arcén, el límite será de 70 km/h para turismos."
El arcén juega un papel fundamental en la seguridad de la vía, al permitir maniobras de emergencia, detenciones por averías, e incluso proporcionar espacio a los vehículos de emergencias y patrullas de carreteras. Al no contar con esta característica, el margen de maniobra se reduce drásticamente, por lo que es necesario conducir a una velocidad más moderada para poder reaccionar ante cualquier situación imprevista.
Infraestructura vial y su relación con los límites de velocidad
El estado de las infraestructuras, la configuración de las carreteras y sus características juegan un papel importante en el establecimiento de los límites de velocidad. En el caso de carreteras sin un arcén de al menos 1.5 metros, la limitación técnica de la vía es considerada, reduciendo la velocidad máxima permitida.
Es necesario recordar que los límites de velocidad no representan una velocidad a la que se debe conducir en todos los casos, sino el máximo permitido. En muchos casos, las condiciones de la vía, el estado del tráfico, la visibilidad o las condiciones climáticas pueden obligar a circular a velocidades inferiores para mantener la seguridad vial.
Responsabilidad del conductor y seguridad vial
Conocer y respetar los límites de velocidad es un deber y responsabilidad de todo conductor, teniendo como objetivo garantizar la seguridad propia y de las demás personas que comparten la vía. El respeto a estos límites y a las normas de tráfico se convierten en un aspecto esencial para la prevención de accidentes de tráfico.
A medida que se incrementa la velocidad, también lo hace la distancia recorrida durante el tiempo de reacción del conductor y la distancia necesaria para frenar el vehículo completamente. Así, mantener una velocidad adecuada y respetar los límites de velocidad son aspectos clave en la conducción segura y responsable.
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